miércoles, 26 de febrero de 2014

Soy de pueblo, ¿y qué?


Aviso! Este post está escrito en clave de humor y esta lleno de tópicos. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.






    Desde los inicios del mundo, siempre han existido las burlas y peleas entre la gente de pueblo y la gente de ciudad, y si no que se los pregunten a los Neandertales, que se extinguieron por culpa de una peleilla con los Homo Sapiens.

    Yo soy de pueblo, pero podría decir que no siempre ha sido así. De pequeña vivía en una ciudad. Bueno, era una ciudad pequeña, casi pueblo, pero era una ciudad, así que tengo una mínima experiencia de la vida en los dos sitios.

    Yo siempre digo que la infancia se debe vivir en el pueblo, la juventud y la madurez en la ciudad y, la jubilación, en Benidorm.

    Pero vamos al tema que me lío. La gente de pueblo y la de ciudad son muy diferentes, podríamos decir que se trata de dos especies totalmente distintas: la Ruralis Maximus y la Urbanitas Modernis

    Los Ruralis Maximus se caracterizan por saber todo lo que ocurre a su alrededor. Tienen un instinto nato para enterarse de lo que hacen sus congéneres antes de que estos hagan algo y de extender dicha información por todo el territorio a la velocidad de la luz.

    Los Urbanitas Modernis se caracterizan por importarles todo una mierda excepto todo lo que concierne a la moda. Esta especie tiene la capacidad innata de que sus congéneres parezcan clones que se mueven al ritmo de la música que ellos denominan Indie y/o Alternativa.

    Las burlas entre los Ruralis Maximus y los Urbantas Modernis han existido desde siempre y seguiran existiendo. A la gente de ciudad le hace mucha gracia lo que hace la gente de pueblo y, la gente de pueblo, muchas veces, no entiende lo que hace la gente de ciudad. Los de ciudad tildan a los de pueblo de "paletos" y, los de pueblo llaman "raros" a los de la ciudad. Pero, la verdad, es que el mundo sería muy aburrido sin esas burlas inocentes.

   Esa idea de que la gente de pueblo es paleta, es mentira. También pueden ser maestros, profesores, cajeras, médicos rurales, pastores, ingenieros... Vamos, que hay de todas las profesiones. Vale, lo admito, el chiste ha sido muy malo, pero es que si fuera humorista estaría en el Gobierno. Ahora en serio, hay una creencia, cada día más extendida, que dice que la gente de pueblo es paleta y, eso no es así. Paletos encontramos por todos lados, y si no me creéis, sólo hace falta pasearse por las calles de un pueblo cualquiera o de una gran ciudad cualquiera y observar la fauna que nos rodea. Vamos a encontrar desde al empollón de turno hasta a la choni o al cani más paleto del planeta.

    Todo pueblo y ciudad tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero creer que uno es mejor que otro, eso es, y perdonad por la expresión, una gilipollez muy grande, porqué para gustos, los colores, a algunos les gustará más el pueblo y a otros la ciudad, pero ninguno de los dos es mejor que el otro.
    El pueblo te ofrece una seguridad que la ciudad no puede darte, pero la ciudad te ofrece unos servicios que no están al alcance de ningún pueblo. En un pueblo nunca estás solo, con todas los consecuencias que esto conlleva, en una ciudad grande te vas a sentir abandonado más de una vez, y más si vives solo. En una ciudad podrás hacer lo que te de la gana sin que a nadie le importe, en un pueblo, antes de que te tires un pedo, todo el mundo sabe que lo vas a hacer. Si eres pequeño, siempre vas a poder jugar en la calle sin miedo a ser atropellado, en la ciudad, si lo haces, vas acabar de alfombra para peatones. En un pueblo, si necesitas comprar algo que no se venda el supermercado con urgencia, vas a tener que fabricarlo tu mismo, en la ciudad tienes todo lo que necesites a una o dos paradas de metro.
   
    Antes, he comentado que yo siempre digo que la infancia se debería pasar en el pueblo. Por qué? Pues por la libertad que tienes de salir a la calle y correr y jugar sin ningún miedo a ser arrollado por cualquier vehículo.,la facilidad de conocer gente y crear un grupo de amigos muy variopinto, el contacto directo con la naturaleza y los animales y la sabiduría que pueden transmitirte los abuelos del pueblo, entre muchos otros motivos.
   
 
    Pero también digo que es necesario salir del pueblo e ir a vivir a la ciudad durante una buena temporada. Por qué? El primer motivo y, puede que el más importante, es la necesidad de que las personas abran su mente y aprendan a ser tolerantes y a convivir con el resto del mundo. La necesidad de irte de casa de tus padres y aprender a mover-te por el mundo de manera independiente, la libertad para hacer lo que quieras a cualquier hora del día sin que nadie te juzgue y disfrutar de toda la oferta cultural que te puede ofrecer la ciudad, entre otras muchas razones.


    Y todas estas experiencias para qué nos servirán? Pues para que cuando nos jubilemos podamos irnos tranquilamente a Benidorm y hacer lo que nos de la gana mientras criticamos y sacamos nuestras propias conclusiones de la vida de la gente que nos rodea.


Muchas gracias por leerme seas de pueblo o de ciudad. Sentíos libres para comentar todo cuanto os venga en gana sin importaros el que dirán. 

Sed felices!

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