sábado, 16 de agosto de 2014

#MicroCuento 17

Sus manos frías no podían dejar de temblar.
Su cuerpo estaba rígido.
Gotas de sudor helado recorrían su cuerpo.
Su respiración cada vez era más agitada.
Necesitaba salir de allí.
Necesitaba hacer las maletas e irse donde nadie supiera su nombre.
Donde nadie conociera su rostro.
Donde nadie hubiese escuchado nunca su voz.
Necesitaba ir en busca de su vida.

No quería convertirse en la chica que acabó haciendo lo que se esperaba de ella.
Sólo quería ser ella.
Sólo quería vivir su vida.
Sólo quería ser feliz.

Sólo quería salir de allí.



Muchas gracias por leerme. Sentíos libres de comentar todo cuanto os venga en gana.

Sed felices!!!

2 comentarios:

  1. A veces la solución no está en huir, sinó en plantarle cara al problema, porque uno puede cambiar de lugar, pero si el problema está en la mente, vaya donde vaya uno el conflicto persistirá. Es como el efecto pedo: Uno se tira un pedo, cambia de lugar para disipar el olor, pero aunque cambie de sitio, el olor viene detrás. Espero te guste mi comentario :D Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buena reflexión. Evidentemente, cuando hay un problema, no se debe huir de él, sino que hay que plantarle cara. Puede que no de immediato, pero si cuando se esté preparado. Pero en el microcuento me refería a irse de un lugar porque dicho lugar te ahoga y necesitas irte porque sientes que tu vida no está en ese sitio, sino que está en otro lugar esperándote. A veces vivir en un pueblo o una gran ciudad puede ahogarte y debes escapar de allí porque quedarte implica acabar haciendo lo que la gente espera de ti y no lo que de verdad quieres hacer.

      Eliminar