Cuando no sabes sobre qué escribir...

   

ATENCIÓN! Esta entrada puede contener, y contiene palabras malsonantes. Así que si eres una persona sensible, si quieres, puedes irte. No quiero ser yo quien te cause algún tipo de trauma.

    Tengo una crisis. No, no es la de los 30 ni la de los 40, si se os ocurra pensar eso porque no llego ni a la primera. No. Lo que yo tengo es una crisis de inspiración. Y es que cuando tienes una crisis de inspiración, nada te parece lo suficientemente interesante para utilizarlo como entrada.

    Piensas, y piensas, y piensas... Y por mucho que pienses no se te ocurre nada. Nada es lo suficientemente bueno como para dedicarle tu tiempo y, aún menos, para escribir sobre eso. Así que te ofuscas, te agobias y quieres mandarlo todo a la mierda. Piensas que ese día vas a tomarlo como festivo, que vas a pasar de escribir, pero, luego, tienes ese remordimiento de consciencia y piensas que hay unos lectores esperando a que te dignes a publicar algo. Pero que no se te ocurra a publicar ninguna gilipollez. Lo que escribas debe tener cierta calidad, cierta seriedad y cierta credibilidad. En mi caso, eso de la seriedad daría para unos cuantos anuncios al estilo "Banco Sabadell, el banco de las personas". Que también, vaya gilipollez, no va a ser el banco de los animales, que ellos no son tan estúpidos como para confiar sus ahorros a unos señores con traje. Pero a lo que iba, las crisis de inspiración son jodidas. Muy jodidas.

    Y es en uno de estos momentos cuando decides recorrer a la triste solución de entrar en tu cuenta de Twitter, perdiendo toda tu dignidad y disimulando como un vulgar camello en la calle, y preguntar a tus seguidores sobre qué quieren leer, que hoy te has despertado pensando en ellos y quieres que la entrada sea 100% suya. Y quedas como un rey/reina, pero tu alma bloggera empieza a pudrirse sin que te des cuenta y, cuando ya has hecho esto varias veces, empiezas a notar ese olor a rancio y a podredumbre y, no es más que tu alma bloggera corrompida por tus estúpidas, incansables e inoportunas crisis de inspiración que, a su vez, son un invento de El Corte Inglés para fomentar el consumismo. 

    Y con la excusa de no saber sobre qué escribir, os acabo de colar una entrada, así, sin vaselina ni nada. Así que, voy a entrar en Twitter, a ver si alguien me da alguna idea sobre qué escribir la semana que viene, y la próxima, y la siguiente, y la de más allá...

Muchas gracias por leerme. Sentíos libres de comentar todo cuanto os venga en gana.

Sed felices!!!