sábado, 20 de septiembre de 2014

#Microcuento 18

Con sus delicados dedos colocó la aguja sobre el disco.
Tímidas notas salieron de él.
Con paso firme se acercó a ella.
Puso la mano en su mano en su cintura.
Con la otra, tomó la de ella.
Los dos cerraron los ojos.
La melodía los envolvió.
Sus miradas desprendían una pasión escondida.
Empezaron a bailar con ferocidad.

El vestido rojo de ella parecía flotar en el aire.
Los pies de él pisaban el suelo con fuerza.

Él acariciaba su mirada.
Ella besaba su sonrisa.

Ese tango, que una vez llenó de pasión sus almas, marcaba, ahora un adiós eterno.




Muchas gracias por leerme. Sentíos libres de comentar todo cuanto os venga en gana.

Sed felices!!!

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